jueves, 3 de febrero de 2011
El lateral derecho chileno volvió a 'mojar' y la 'Trinchera' lo va adoptando como figura.
En el corazón chileno de Cristián Álvarez no hay fronteras. Todo su territorio está entregado a la ‘crema’. En menos de 20 días entendió lo que es ser de la ‘U’ y por eso ha tratado de dar más de lo planeado: a su coraje para la marca le ha sumado goles.
En la mágica ‘Noche Crema’, el chileno tomó como propia a esa vocal que le da fuerza a la palabra Perú, y se transformó en goleador. A los 65 minutos se arrojó de ‘paloma’ para ganarse un poquito más a esa gente que por su acento sureño aún lo observa con cierta desconfianza.
Acostumbrado al gol
Puede que sea lateral derecho, pero Álvarez sabe cómo y cuándo pisar el área. Ya lo demostró en los amistosos previos, a puertas cerradas, primero ante la selección de la Agremiación de Futbolistas y luego frente a San Martín, anotando en ambos partidos.
Ya no sorprende que el chileno llegue hasta la última línea, como un tercer delantero. Álvarez quiere ganarse el corazón de los peruanos en la cancha, porque fuera de ella se muestra esquivo. No le gustan las cámaras.
“Fue lindo poder anotar en la presentación. El equipo jugó bien”, apenas se animó a decir. Mientras siga hablando con goles y mucho coraje, este ‘mapochino’ no solo será acogido como un peruano más, sino como todo un crema.
En el corazón chileno de Cristián Álvarez no hay fronteras. Todo su territorio está entregado a la ‘crema’. En menos de 20 días entendió lo que es ser de la ‘U’ y por eso ha tratado de dar más de lo planeado: a su coraje para la marca le ha sumado goles.
En la mágica ‘Noche Crema’, el chileno tomó como propia a esa vocal que le da fuerza a la palabra Perú, y se transformó en goleador. A los 65 minutos se arrojó de ‘paloma’ para ganarse un poquito más a esa gente que por su acento sureño aún lo observa con cierta desconfianza.
Acostumbrado al gol
Puede que sea lateral derecho, pero Álvarez sabe cómo y cuándo pisar el área. Ya lo demostró en los amistosos previos, a puertas cerradas, primero ante la selección de la Agremiación de Futbolistas y luego frente a San Martín, anotando en ambos partidos.
Ya no sorprende que el chileno llegue hasta la última línea, como un tercer delantero. Álvarez quiere ganarse el corazón de los peruanos en la cancha, porque fuera de ella se muestra esquivo. No le gustan las cámaras.
“Fue lindo poder anotar en la presentación. El equipo jugó bien”, apenas se animó a decir. Mientras siga hablando con goles y mucho coraje, este ‘mapochino’ no solo será acogido como un peruano más, sino como todo un crema.
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